En Openvalley, hemos podido comprobar que muchos de nuestros clientes saben aprovechar las oportunidades que se presentan en los mercados exteriores, a medida que surgen, sin esperar que su empresa se consolide en el mercado nacional. La adopción de  tecnologías innovadoras es un factor de primer importancia, que permite a muchas pymes desarrollarse en exterior desde el principio de su actividad. Estas tecnologías son multiples: desde un sitio web multilingüe y multi-dominios, hasta la creación de campañas de posicionamiento a nivel internacional, el uso de la telefonia IP o de oficinas virtuales para la exportación. Estas empresas “born global” consiguen crecer en mercados extranjeros, antes de consolidarse en el mercado interno.

Hasta hace unos años, las pymes exportadoras casi siempre asentaban su actividad en el  el mercado nacional para luego intentar expandirse afuera. Los resultados del estudio muestran, sin embargo, que este modelo de internacionalización”por etapas” ya no es el que mejor describe la realidad de las empresas británicas. Así, el 68% de las empresas encuestadas siempre han exportado, y estas empresas tenían un enfoque “born global ”  desde el comienzo de su actividad. Estas pymes resultan ser los motores de las economías regionales. Permiten que ingresos procedentes del exterior se inyecten en las economías locales.

Los resultados también muestran que la proporción  de empresas “born global” varía según el sector de actividad. Las empresas del sector de la hostelería (85%) e industria (82%) tienen la mayor proporción de empresas “born global”. Esto se puede explicar por el hecho de que las empresas industriales pueden exportar con mayor facilidad bienes tangibles. De la misma manera, las pymes del sector turístico se dirigen a visitantes y turistas internacionales. Por esta razón, estas empresas naturalmente se internacionalizan  desde el principio de su actividad.

Estas pymes, por lo tanto, desarrollan sus exportaciones planificando menos, de manera más intuitiva.  En otras palabras, el modelo tradicional de internacionalización, que supone que una pyme debe pasar por distintas etapas antes de exportar, está perdiendo terreno. Hoy en día, cuando exportan, las pymes lo hacen cada vez más desde el inicio de su actividad.

La encuesta también muestra que tener una actividad exportadora es sinónimo de más oportunidades para las pymes:

– Ampliar los clientes, para el 50% de las pymes

– Aumento de la facturación, para el 55% de las pymes

– Aumento del beneficio, para el 43% de las pymes

– Reducir la dependencia con un mercado nacional en crisis, para el 28% de las pymes

– Superar los limites del mercado interno, el 27%

– Cumplir con objetivos personales, para un 19%

– Impulsar la competitividad de la empresa, para el 18%

– Estimular la innovación, para el 16%

Cuando salen a vender afuera, las pymes británicas también se enfrentan a barreras o limites, por orden de importancia:

– La regulación, para el 31%

– Problemas relacionados con el idioma / la cultura extranjera, para el 31%

– El tiempo y el esfuerzo que se requiere para exportar, para el 31%

– Tener un buen entendimiento del mercado, para el 24%

– Fluctuaciones de la moneda, para el 21%

– Necesidad de conocer a los clientes extranjeros,  para el 19%

– Transporte, para el 17%

– La cultura del empleado / empresa, para el 14%

– Pruebas y certificaciónes, para un 13%

– Búsqueda de agentes / socios para la distribución, para el 12%

– Ganancias bajas / aumento de los costes, para el 11%

En Openvalley, brindamos a estas pymes tecnologías adapatadas para su estrategia de desarrollo en el exterior. Asi, estas empresas pueden contactar con  sus clientes extranjeros mediante un sitio web multi-idiomas, o una campaña de posicionamiento internacional, y consiguen entrar en nuevos mercados.